Claudia Gindic se adentra al mundo de la joyería

Después de vivir algunos años en el extranjero, la diseñadora industrial Claudia Gindic decidió regresar a México con el firme objetivo de conformar una firma de joyería que le ofrezca a la mujer mexicana productos de alta calidad a precios justos. Para conocer un poco más sobre ella y Nai Mai, su marca de accesorios, RSVP conversó con ella.

¿De dónde viene tu amor por el diseño y la joyería?

Estudié diseño industrial y después, durante algunos años, viví en el extranjero, donde tuve la oportunidad de trabajar en una tienda en línea que produce joyería, desde ahí comencé a pensar en crear mi propia firma de bisutería. Más tarde cambié de trabajo y colaboré en una start-up que ayuda a los pequeños negocios a crecer en el ámbito digital.

¿Cómo nace Nai Mai?

Inició este año cuando regresé a México y quise comenzar a moverme en el mundo digital para hacer un negocio que me divirtiera, pero que también solucionara la necesidad de falta de productos de moda a precios justos en el mercado. No es que no existan, sólo siento que las opciones son limitadas, por lo que la principal intención de Nai Mai es ofrecer joyería de última moda a precios accesibles a un gran mercado, sobre todo, al de compradoras de joyería en la Ciudad de México.

Para elegir o diseñar piezas, ¿cómo funciona el proceso creativo?

Diseño algunas piezas y colecciones, pero no todo es mío. En la compañía que estuve trabajando en el extranjero aprendí sobre mercadotecnia digital y creación de sitios web, entre otras cosas, que me dieron la oportunidad de poder ser parte de todo el proceso en Nai Mai desde selección de joyería o diseño, creación del sitio web y parte del proceso de venta.

¿Qué tipo de materiales y colores son los que más utilizas?

Desde aleación de metales, hasta baño de oro. Por lo mismo tengo mucha variación en precios. Lo que definitivamente se vende más en esta época del año son accesorios coloridos.

¿Qué piezas son las que más vendes?

Pulseras de colores estilo Ipanema y collares con borlas, también conocidos como pompones o flequillos.

¿Cuáles son tus puntos de venta?

Por el momento, las ventas físicas son a domicilio y de vez en cuando abro un showroom al público. Además, he comenzado a trabajar junto con un equipo de ventas que me ayuda a mejorar los procesos de distribución en distintas parte de la ciudad. En internet vendo en la página oficial de la joyería en Facebook, así como en el sitio web naimaijoyerias.com

¿Qué es lo que distingue a tus joyas de otras?

Que son únicas, ya que se inspira en la seguridad y el amor que una mujer se tiene para sí misma. Las colecciones buscan que cualquier persona se sienta identificada con distintas piezas. Fusiona la esencia femenina, individualidad y moda internacional. Además, la firma se preocupa por representar la inclusión de la sociedad, por eso la diversidad en estilos y precios. Nai Mai es una gran oportunidad de devolverle a las mujeres y al mundo tantas experiencias vividas.

¿A qué tipo de mujer deseas ver con tus joyas?

Mujeres entre 16 y 50 años. Tengo artículos que me compran para niñas y otras piezas, un poco más reservadas o serias, que se llevan señoras de 80 años.

¿Tus piezas deben ser cuidadas de alguna manera en especial?

Sí, como cualquier pieza de fantasía es recomendable no mojarla y no rociarla con perfume. Eso también se sugiere dentro del mercado de la joyería fina, pues esto hace que los materiales pierdan brillo y se oxiden.

¿Cuál piensas que es el principal beneficio de comprar en Nai Mai?

El mayor beneficio es que la moda cambia rápidamente y optar por piezas no muy caras nos da la posibilidad de poder cambiarlas constantemente y vernos siempre a la vanguardia. Además, gracias a que somos una empresa chica, podemos brindar un servicio personal. Otra cosa que nos distingue a las vendedoras de Nai Mai es la honestidad, dado que no tratamos de vender más por lo que el cliente siempre queda contento.

¿Cómo es ser propietaria de una joyería en México?

Realmente es algo nuevo para mí, lo estoy disfrutando mucho. Me encanta ver que las mujeres se consientan y se den gustos. Definitivamente, y como en cualquier otro negocio, lleva mucha inversión de tiempo y trabajo, pero realmente es muy satisfactorio.

Fotos: María Fernández 

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