Perfiles

Belleza camaleónica: Mariana Zaragoza

La Top Model mexicana de 17 años que es un emblema de las pasarelas internacionales
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A pesar de la apretada agenda que tiene la joven modelo mexicana, tuvimos la oportunidad de entrevistarla en el viaje relámpago que realizó a la Ciudad de México.

La tapatía llegó al Hotel Pug Seal acompañada por su madre, Adriana Vidal, quien va con ella a todos sus compromisos profesionales y es su mayor apoyo; lo que parece brindarle tranquilidad a Mariana, quien, aunque había tenido un día muy ajetreado, se mostró dispuesta, cercana y despreocupada mientras posaba para la cámara de RSVP.

Es increíble estar frente a esta polifacética modelo cuando posa, ya que conoce perfectamente sus gestos y logra ser tanto sexy como inocente, dependiendo la intención que le quiera dar. Probablemente ésta sea la razón por la que los diseñadores de marcas tan distintas entre sí, la quieran como pieza clave dentro de sus pasarelas.

TALENTO NATURAL

 La tapatía de 17 años, quien ha desfilado en un sinnúmero de pasarelas de marcas internacionales como Proenza Schouler, Prada, Chanel, Dior, Dolce & Gabbana, Maison Valentino, Giambattista Valli, Elsa Schiaparelli, Valentino, Jacquemus, Missoni, Marco de Vicenzo, Christopher Kane, John Galliano, Simone Rocha, Anna Sui, Delpozo, Jeremy Scott y Mary Katrantzou, entre otras, en distintas ciudades como París, Londres, Milán y Nueva York, entró al mundo del modelaje con tan sólo 14 años. “Yo no lo busqué, un día estaba con mi mamá en un centro comercial de Guadalajara, se nos acercó un chavo, nos comentó que tenía una agencia de modelos y me preguntó si quería dedicarme al modelaje. Me entró el gusanito y mis papás se negaron rotundamente, por desconfianza.” Su prima tomaba cursos de modelaje y Mariana, movida por la curiosidad, decidió ir con ella para ver cómo era. Sus padres le dieron permiso con tal de que se le quitara la “espinita”.

 Inició trabajando en Guadalajara con proyectos locales y medio año después comenzó a visitar la Ciudad de Mé xico, donde rápidamente se dio a conocer trabajando con diseñadores como Kris Goyri, Alexia Ulibarri, Vero Díaz, Alfredo Martínez y Tane. Sus padres poco a poco fueron confiando en este medio y no fue hasta sus 16 años que realizó su primer desfile internacional en Nueva York. Se fue a la Gran Manzana a conocer la ciudad, a hacer su book y a reunirse con su ahora agencia representante, IMG, una de las más grandes e importantes del mundo. Ahí inició todo, SS 2016 fue el primer Fashion Week que le abriría las puertas de tantas casas de moda que ahora se pelean por tenerla desfilando en sus pasarelas.

 SU TRAYECTORIA

La alta costura forma parte de su curriculum vitae como modelo, además ha perdido la cuenta del número de desfiles que ha realizado. Acaba de hacer su segunda temporada de haute couture y en septiembre participará en el siguiente Fashion Week en las cuatro ciudades. Los desfiles de Prada y Proenza Schouler son los que más la han marcado por ser los primeros en los que desfiló y porque le dieron gran visibilidad, pero menciona que cada uno ha sido distinto y fascinante. “Dior, Chanel, Dolce & Gabbana, todas esas marcas en las que nunca imaginé estar, han sido un sueño hecho realidad”. Es tal el afán de las firmas por esta polifacética mexicana, que hay algunas que ya ni la “castean”, es decir, la llaman para sus pasarelas sin previa selección. “Un verano que estuve en Nueva York, me mandaron a conocer a los diseñadores de Proenza Schouler, fui a hacer looks con ellos y me castearon directamente”. La joven opina que el mundo de la moda es difícil y no hay nada asegurado. “Nunca se sabe, hay veces que la noche antes de un desfile, me llaman para decirme que al día siguiente desfilo en ‘equis’ país y me tengo que ir corriendo. Es un proceso largo y muy estresante; hacer castings, fittings, call backs y no porque te hayan llamado al fitting significa que estés confirmada. En ocasiones me han avisado que estoy confirmada para un desfile en la madrugada del día del show”.

 LOS SACRIFICIOS DE SU PROFESIÓN

 Como en cualquier carrera, el modelaje conlleva ciertas privaciones, lo que más le pesa a Mariana como modelo y como persona es tener que dejar a su familia por tanto tiempo, es muy unida a ellos, principalmente a su hermano Marcos, y este hecho le cuesta un poco, aunque se siente agradecida de que su madre sea su mayor apoyo y la acompañe a cualquier país a desfilar para que no se sienta tan lejos de su hogar. “Mi mamá ha viajado conmigo por todo el mundo, hemos ido a Europa, Japón, China y Estados Unidos”. Fuera de temporada de Fashion Weeks hace otros proyectos, desde lookbooks para marcas, hasta shootings editoriales. No tiene una residencia fija debido a sus múltiples compromisos, pero trata de pasar el mayor tiempo posible en Guadalajara donde está por cursar el segundo año de preparatoria. “La escuela me ha apoyado mucho, me dan permiso de faltar, mientras yo cumpla con mis tareas, trabajos y exámenes, por lo que los hago en donde puedo, aviones, hoteles, backstages y demás”.

Aunque no sabe qué carrera elegiría, comenta que sí le gustaría ir a la universidad. “Nunca dejaba de ir a la escuela y ahora he faltado más que en toda mi vida”. Si no fuera modelo, cree que tendría una vida normal. “Si no me dedicara a esta profesión, me dedicaría 100 por ciento a la escuela como una niña de mi edad normal, y probablemente no faltaría. También continuaría bailando flamenco”.

 PURA GENÉTICA

 Mariana no hace ninguna dieta, es genéticamente delgada: “como muy bien, me gusta probar de todo y disfruto comer saludablemente, no para estar flaca, sino porque quiero estar segura de no meterle basura a mi organismo, ¿por qué le daría algo malo al cuerpo en el que voy a vivir siempre?, pero tampoco es que sea una freak de lo saludable, simplemente soy delgada por complexión.” Su guilty pleasure son las nieves, las come prácticamente a diario. Tampoco se mata haciendo ejercicio, pero lo considera relevante para llevar un estilo de vida sano, por lo que busca tiempo en su ajustada agenda para entrenar. “Hago ejercicio regularmente, pero antes de empezar a modelar tan de lleno bailaba flamenco desde que tenía un año”. Sin embargo, dejó esas clases por el modelaje, ahora va al gimnasio, en donde hace pilates, yoga, TRX y sesiones de resistencia física.

Además de tener un cuerpo envidiable, Mariana tiene un cutis que llama la atención, se lo cuida bastante porque constantemente la maquillan y la desmaquillan, lo que agrede mucho la piel. “En cuanto salgo de cualquier desfile, me desmaquillo, pienso que entre menos tiempo tenga el maquillaje tapándome la piel, mejor. Además, me la hidrato con cremas, sueros y mascarillas”. Después de haber convivido durante dos horas en entrevista y sesión de fotos con la exótica modelo se puede concluir que esta tapatía cuenta con diversas herramientas como el físico, la actitud, la humildad y la seguridad en sí misma que la llevarán a seguir triunfando alrededor del mundo y enalteciendo el orgullo de representar a México internacionalmente. ¿Su siguiente parada? Nueva York, donde empezará a bookear desfiles para el siguiente Fashion Week que tendrá lugar en septiembre en las capitales de la moda. ¿Cuáles serán las marcas afortunadas en tenerla sobre sus pasarelas?

Fotos Sergio Bejarano

Maquillaje Nieves Velasco para Make Up Store

Locación Hotel Pug Seal Tennyson, Polanco

 

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