Perfiles

Beatriz Pasquel nos platica de Donatella

Nos enseñan su nuevo restaurante y hablan de cómo mantienen su amor después de 18 años de casados.

restaurante donatella de Beatriz Pasquel y Pablo Moctezuma

Nallely Hernández

Licenciada en Comunicación por la FES Acatlán. Melómana, apasionada de la fotografía y le gustan los chocolates.

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Beatriz Pasquel es mamá de tres hijos, esposa y empresaria. En entrevista nos habla de su infancia, juventud y retos personales.

Los dos son  carismáticos, guapos y alegres. Desde hace 18 años comparten sus vidas y procuran una vida familiar con sus hijos Emiliano, Natasha y Bibi. Ahora emprenden una aventura, con Donatella: su nuevo restaurante en Polanco.

 

Eres mamá joven de dos adolescentes y una pequeña, ¿cómo balanceas tu vida empresarial con la personal?

Es un poco difícil, lo trato de hacer todo en la mañana para dedicarles la tarde. Los incluyo en mis actividades. Por ejemplo, mi hijo Emiliano estuvo aquí en el restaurante cocinando. A mi hija chiquita, Bibi, le gusta venir al restaurante y decorar cosas.

 

¿Cuántos años tiene tu hijo Emiliano?

15 y le encanta cocinar, toda la familia tiene tradición gastronómica. Mi suegro es chef y Pablo también, entonces en mi casa es una actividad común.

 

¿Cómo es tu hija Natasha?

Es una belleza de persona, tiene 17 años y aprendió ruso ella solita. Ahora ayuda a una fundación que trae a doctores rusos, ella les traduce. Pablo y yo le decíamos: “de qué te va a servir ese idioma, pero mira, le funcionó. Siempre le gustó ayudar, quería trabajar con niños, a mí a veces no me daba tiempo de llevarla a las organizaciones. Un día estábamos en una fiesta y una chava me platicaba que no sabía qué hacer pues iban a llegar los doctores de Rusia. En ese momento Natasha se involucró.

 

 

¿Por qué decidió estudiar ruso?

Pues quería ese idioma. Ella solita en internet se puso a estudiar. Nosotros no la llevábamos a un colegio en especial. Ahora cuando estamos con amigos rusos en Nueva York, ella platica con ellos de manera fluida. Fue una gran lección para Pablo y para mí.

 

¿Cómo te consideras como mamá?

No sé qué tan buena. Creo que soy bastante dura, como mamá siempre te estás criticando. Me pregunto si hice bien o no. Siempre me estoy observando para tratar de hacerlo mejor cada día.

 

Tus hijos tienen distintas edades, ¿es complicado?

Es muy padre, porque te das cuenta de las cosas que hiciste mal con los primeros. También estaba súper chavita cuando fui mamá, tuve a Natasha a los 20 años. Ahora sé qué cosas no les puedo permitir.

Por ejemplo, los niños dormían con nosotros hasta los ocho años. De repente dije, esto no puede ser.

 

¿Cómo te consideras como ama de casa?

Muy buena. Me encanta estar en mi casa y atender a la gente. Me gusta que las personas se sientan bienvenidas en mi hogar. Mis amigos me molestan y le llaman a mis reuniones “eventos Beatriz”. Tres veces por semana tengo comidas o cenas. Pongo flores, cocino, hago todo para los invitados.

 

 

Cambiaste muchas veces de país cuando eras pequeña, ¿cómo fue para ti?

Cuando eres pequeña no lo ves como el gran privilegio que significa. Estudié en Suiza, me mandaron a Grecia y acabé en un colegio militar en San Antonio. Creo que te abre mucho al mundo, a conocer todo tipo de personas. Te das cuenta que vivimos en un mundito en México y que crecemos condicionados a mucha cosas. Cuando existe todo un arcoíris de opciones.

 

¿Cuál es la mejor memoria que tienes de esa etapa de tu vida?

Los viajes con mis hermanos. Me gustaba sentir mi independencia y decir tengo 15 años y estoy viajando sola en un tren.Tus hermanos viven en Nueva York,

 

¿Cómo es tu relación con ellos?

Súper buena. Hablamos diario, viven los tres en Nueva York, también mi mamá está allá. Sabemos desde qué comemos hasta qué dijo nuestro hijo que estuvo chistoso. Tengo otros hermanos, hijos de mi papá, a quienes también adoro. Nos visitamos seguido, se llevan muy bien con mis hijos.

 

Platícanos un poco de la experiencia que tuviste con tu mamá en Rumanía.

Ella siempre ha sido muy creativa. Tenía un taller de vestido con Claudia Magún, las dos hacían sus diseños. Mi mamá decora y redecora su casa. Un tiempo nos fuimos a Rumanía porque teníamos una fábrica de medias allá. Pero el tema político en el país era complicado. Ella la sacó adelante y después la vendió muy bien.

 

 

Te gusta mucho el scrapbooking, ¿por qué tu interés en esta técnica?

Es una manera de hacer cosas creativas, sin tener el don de pintar o tener un bien entendimiento de color. Estudié diseño de interiores, en Nueva York. No trabajo en eso como tal, pero decoré junto con Pablo el restaurante Donatella, por ejemplo.

 

¿Cómo se conocieron Pablo y tú?

Soy amiga de su hermana. Nos veíamos aunque nada que ver. Un día en un antro en el Centro, que se llamaba la Cúpula, tuvimos el flechazo.  Desde entonces no nos volvimos a separar. Llevamos 18 años casados.

 

¿Cómo logran separar Pablo y  tú la parte del trabajo con la de pareja?

Es difícil, de repente sí nos peleamos. Siempre lo acabamos arreglando. La verdad es que trabajamos bastante bien junto. Nos complementamos en las tareas, cada quien se encarga de asuntos distintos.

 

¿Qué te gusta hacer con ellos?

Somos una familia muégano. Siempre estamos juntos. A mi hijo le encanta la patineta y lo acompaño. Lo que más me gusta es viajar con ellos, llevarlos a la playa y a la nieve.

 

 

¿Cuántos hermanos tienes?

Éramos cinco, pero uno murió. Somos mi hermana Jimena, Pedro y Carlos. No trabajamos juntos, pero nos vemos seguido. Los quiero mucho. Pedro tiene una disquera, hace conciertos, promueve una bebida que se llama Drácula. Él está en el área de festivales y producción de música.

 

¿Cuál fue el primer restaurante/bar que abriste?

Salamanca, era una discoteca. Después abrí el Cheetah, luego Buda y Pop. Luego abrí el restaurante Philippe, era un concepto de Nueva York.

 

¿Qué proyecto ha sido tu favorito?

Una discoteca que abrí en el centro que se llamaba Buda. Fue muy poca inversión, pero mucha creatividad. Desde el primer día que se abrió fue un éxito.La arquitectura era espectacular, claro traíamos arena de Cancún y cambiábamos el pasto de las salas cada fin de semana. Todo esto lo logró siempre con la ayuda de mi esposa, pues sin ella no podría hacer nada.

 

¿Cuál es tu secreto como restaurantero?

La comida. En este lugar esa es la especialidad. Por la noche quiero que se convierta en un lugar de ambiente, tenemos a DJ Antü Coimbra, acaba de llegar de Nueva York. No vamos a tener música de discoteca, vamos a amenizar de buena manera.