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Stories by Sofía: Ya no estoy en edad

Aunque no nos guste hablar del tema
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Aunque no nos guste hablar del tema, la neta es que en el mundo real las amistades entre mujeres son un lío. Muy parecido a los noviazgos, las amistades a menudo terminan por distanciamiento, pleitos, diferencias irreconciliables o celos.

A esto súmale cuando se atraviesa un hombre de por medio, traiciones, chismes, etc. Por eso decir que somos complicadas es quedarnos cortas. Conozco incluso amistades que han terminado de manera abrupta por una prenda de ropa, parece broma pero Chanel es Chanel.

Como cualquier cosa en la vida que vale la pena, las amistades buenas, reales y duraderas no se nutren de magia, tienes que invertir en ellas. Primero hay que saber reconocerlas, elegirlas y después invertir tiempo, esfuerzo, risas, viajes y lágrimas para que prosperen y se vuelvan relaciones gratificantes.

A lo largo de mi vida he cambiado mucho; de novios, de estilo, de gustos musicales, pero las buenas amigas jamás pasan de moda. Y aunque las ¨amigas¨ vienen y van, las amigas están siempre.

En mi vida existen 4 chiquibesties que no cambio por nada y ¡te las quiero presentar! Empecemos por Penélope. Imagínate a la hija de un jeque árabe. Ver a esta mujer es atestiguar un derroche de clase y estilo en todo su esplendor. Tez morena, alta, guapa, pelo corto oscuro, que le da ese factor cool. Nunca he conocido a alguien que tenga tanto swag con tan poco esfuerzo.

Es una abogada y podría jurar que estudio leyes sólo para saber como romperlas. Juntas somos dinamita. Las noches más locas de mi vida las he vivido junto a P, y apenas ¡viene lo mejor! Luego tenemos a D. Dalia es una fregonsaza. Su papi murió hace algunos años y ella se quedó manejando la empresa familiar. No conozco a nadie más hábil para los números, supongo que ha de ser de tanta práctica por contar billetes.

Además de exitosa, es linda como ella sola. Blanca como la nieve (no le gusta asolearse), pelo largo café, y una disposición por sus amigas ¡sin igual! Posee una de esas bellezas sutiles que pudiera pasar casi desapercibida si no fuera por la vitalidad que irradia cuando estalla en risas.

La palabra que mejor la describe es: incondicional. Mara es la típica hija de papi que ama viajar, los diamantes y de vez en cuando se le ocurre trabajar, eso sí, nadie es más positiva que ella. M es tan positiva que a veces ni se le puede pedir su opinión sobre ningún tema porque es tan exagerado su optimismo que deja de ser realista. Su vida amorosa es siempre un caos, pero invariablemente hay algún galán en puerta.

Es de piel clara y pelo largo café, ella y Dalia comparten los mismos gustos por todas las cosas importantes en la vida como el color de su siempre perfecto manicure o el vestido ideal para una boda, siempre negro por cierto. Finalmente tenemos a Aliza. A era la típica gringuilla desmadrosa que jurábamos jamás sentaría cabeza.

Era la fiestera, la aventada con los hombres, la exuberante… para nuestra sorpresa es la única que ya esta casada y tiene un bebé de 4 meses. Su vida dio un giro absoluto y ahora es la típica ama de casa responsable que está para atender a su familia. Tanto así que ya casi no la vemos.

Es triste, pero también es lo normal, cada quien va tomando su camino y su vida. Creo que sus ojitos azules y cara pecosa sólo mejoraron durante y después del embarazo, rara vez utiliza maquillaje, pero la verdad es que no lo necesita. Aliza es la más rara de todas nosotras, siempre está con los pies al descubierto (parece que todavía vive en San Diego) y aunque haya tormenta trae un vestido de playa puesto.

Mara es una mezcla de mitómana e hipocondriaca. Si puede encontrar algo sobre lo cual mentir, lo va a hacer… y si le puede agregar que se siente mal, ¡mejor! Aunque sepa que no puede llegar a la comida te va a confirmar y te va a escribir 5 minutos antes para decirte que se enfermó y no puede llegar. El mayor defecto de Dalia es que se sobre analiza y juzga todo y, por su parte, Penélope sencillamente no conoce lo que es la humildad.

Quitando esa ronda de balazos que les acabo de aventar a mis amigas, realmente no tienen un solo defecto. Hemos sido constantes e inigualables en nuestra amistad desde los 4 años en algunos casos y desde los 15 años en otros.

Hemos aprendido que no importa quién o qué te rompa el corazón, con tu BFFs siempre sales adelante. Hemos aprendido a ser nuestras propias almas gemelas, y en este círculo raro de lealtad e incondicionalidad hemos encontrado todo lo que necesitamos.

Tanto así que el tiempo pasa, y nuevas amigas llegan, pero entre más personas conozco más convencida estoy de que ya no estamos en edad para crear nuevas amistades. Voy recogiendo una que otra, por aquí, por allá… una de la chamba, una de la carrera, una del gimnasio, una de algún evento, pero nunca será lo mismo que esas mujeres que se han vuelto tus hermanas por elección.

Esas a las que les dices, “wey, me peleé con mi mamá” y no tienes que explicar más nada, con eso entendieron ¡todo! Han vivido toda tu vida contigo, tanto así que reconoces las personas que son con absoluta claridad.

¿Por qué pasará eso con las amigas? De poder verlas perfectamente, pero cuando se trata de vernos a nosotras mismas no tenemos la misma claridad. No lo sé, será que ellas entran a nuestras vidas para enseñarnos algo, ¿cuál es el aprendizaje más grande que te ha dejado una amiga?

 

Fotos: Cortesía

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