Must

Stories by Sofía: Desmantelando

¿Dónde nos quedamos la semana pasada?
Publicado el:

¿Dónde nos quedamos la semana pasada? ¡Ah, claro!, acababa de llegar a México y estaba gorda, soltera y enchilada. Pues 10 años después todo sigue casi igual. Gracias a Beatness ahora estamos con varios kilos menos, gracias a Dios sigo soltera, y gracias a la experiencia, ahora pregunto cuál es la salsa más picante antes de probarlas.

Otra cosa también sigue igual, aún estoy anonadada con la pérdida de hombría de los hombres. Está tan muerta que siento la obligación moral de hacerle un funeral bien bonito para que todas las mujeres de este país podamos ofrecer nuestras condolencias y guardar un luto unánime.

“Aquí yace la última esperanza de un hombre decidido y noble”, ya hasta escribí las palabras perfectas para la lápida y todo. Yo creo que crearé un evento en Facebook, ya las estaré invitando a todas y les paso los detalles de la fecha, hora y lugar. Parece broma, pero les juro que prácticamente podría escribir un libro sobre la cantidad de galanes prófugos que existen en este país. Aquellos que cometen crímenes atroces en contra de nuestros corazones y desaparecen por siempre. Nos acabaríamos los árboles imprimiendo letreros de “Se Busca”, cuando lo que realmente tendríamos que estar buscando es dónde están los hombres que sí tienen bien puestos su par de…

México me ha enseñado ¡muchísimo! Obviamente tiene todo que ver que coincidió con que aquí viví mis años de adolescencia. Esos años en los que te das cuenta que mami y papi llevan una vida entera construyéndote un mundo de ficción y que en la vida real, si no te sales de tu burbuja voluntariamente, ¡ella misma te la truena!

He aprendido bellas y fuertes lecciones que compartiré con ustedes semana a semana. Este será nuestro espacio para reír, llorar, sufrir, festejar y ¡todos los otros opuestos que se les ocurran! En esta vida y en este espacio no existen las buenas o las malas experiencias. Todas son experiencias y hay que dar gracias de haberlo vivido porque de cada escalón y tropezón aprendemos algo.

Date permiso de equivocarte. Después de tantos años de hacer las cosas bien te has ganado el derecho de cagarla de vez en cuando. Además de que no te queda de otra, la vamos a cagar. ¿Cuántas veces he errado en mis decisiones, en mis juicios?… amigas traicioneras, galanes canijos, quedarme en la fiesta después de las 2 a.m. (es súper cierto que nada bueno pasa después de esa hora). Y ahora todas esas historias sobre las decepciones y felicidades más grandes se las platicaré una a una.

Me dio tanta risa que, cuando anuncié en mi Instagram que estaría lanzando mi canal de YouTube, cosa que solamente me decidí a hacer de tanto que me lo pidieron, les pregunté a mis seguidores (que yo considero amigos, no followers) de qué temas les gustaría que yo hablara en el canal. ¡Estaba botada de la risa con la súper sorpresa que me llevé! Lejos de tips de maquillaje, de ropa, de ejercicio, de planes alimenticios (que sí me pidieron), lo que más me solicitaron fueron dos cosas.

La primera fue videos de empoderamiento femenino. Cuenten con ellos. Me fascina inspirar, motivar y rendir homenaje a mujeres fregonas que quieren y logran sobresalir en todos los ámbitos que se propongan. Como dicen: “Si quieres que algo se haga bien, encárgaselo a una persona ocupada”. No conozco a seres más eficientes para multitaskear que nosotras las mujeres. En un país con índices tan altos de feminicidios, donde a diario, incluso en los estratos más sofisticados, luchamos en contra del machismo, nuestras niñas necesitan a una figura femenina que puedan admirar. Necesitan a su Superwoman, a una heroína. Y como no la hay, nos toca convertirnos en ella.

El segundo tema más solicitado fue… tan tan tan… ¡mi vida amorosa! Me llegaron mensajes preguntándome sobre mis amores, mis exnovios, mis tips para superar una relación y algunos otros temas personales sobre mi vida. ¿Qué aprendí? Que me sigue puro metiche. ¿Ah, verdad? jaja. Bueno, sí. Pero también aprendí que los seres humanos nos hemos vuelto tan fríos y superficiales, conociéndonos solamente a través de redes sociales y curando minuciosamente cuál es la vida y la imagen que queremos proyectar, que ya estamos ávidos por recordar lo que es ver o leer o escuchar a alguien que siente. Estamos ávidos por podernos relacionar nuevamente con una persona, que también sufre, que también llora, que también se equivoca y sueña y ríe y ama y pierde.

Me he dado cuenta que incluso en las relaciones amorosas pasa. Conoces a alguien y todo de lo que hablas con la persona es positivo, positivo, positivo y pareciera que los dos tienen vidas perfectas, porque nadie habla de un solo defecto, de una sola ruptura en su tela familiar, de una sola decepción. Somos apariencias… pero no lo somos.

Es por eso, queridísimos amigos, queridísimos Chiquibabies, que prometo sincerarme con ustedes. ¡Ya basta de intros! Prepárense porque la próxima semana empieza lo bueno.

 

Fotos: cortesía