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Para nadie es secreto que tengo mis consen

Rafael Micha

Rafael Micha M Sc. es Socio Fundador y Director en GRUPO HABITA, experto en relaciones públicas, marketing y VIPs. Conocedor y amante del arte.

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Para nadie es secreto que tengo mis consen. Amigos. Lugares. Experiencias. Y de eventos, también: sin duda, ni remordimiento, y on the record puedo decir: amo Dîner en Blanc. ¡Y la buena noticia es que la 5ta edición de Le Dîner en Blanc Ciudad de México se acerca.

El jueves 22 de marzo en una ubicación secreta se llevará a cabo el evento con más de 3 mil, algunos V.I.F. (amigos muy importantes), y todos y cada uno de ellos ya cubrimos con nuestra cuota de participación y membresía, y llevamos a cabo el registro de una mesa para dos en el evento de este año. Tenemos asignado un punto de salida y autobús para el transporte. Y todos los demás detalles cubiertos. Ya urgía porque el evento agendado originalmente para el pasado 10 de noviembre se canceló por lo sucedido en S19.

Estoy puestísimo con el outfit, el menú y más, y feliz porque haremos el upgrade este año con Moët & Chandon y viajaremos en uno de sus autobuses VIP (en los que te ponen mesa, sillas, menú y por supuesto te dan champaña hasta decir ¡basta!) Por primera vez, en cinco ediciones, no tendremos que andar como judíos errantes cargando de todo un poco. Eduardo Uribe, director general de Eventae —empresa que organiza pacientemente todo—, me hizo la invitación, y aunque voy a extrañar a mi líder de camión y punto de partida original, estaré feliz de compartir con Domingo De la Roiere y Fernanda Millán, Mauricio Díaz Roura y Cuca Díaz, y OBVIAMENTE con mi pareja tapatía Ale Murgía el evento. Y aunque estaré al 100%, voy a hacer todo lo posible para ahora hacer un crossover y asistir el próximo domingo 3 de junio a la inmensa Le Dîner en Blanc en uno de los lugares más prestigiosos de París, con la asistencia de más de 20 mil personas y celebrar con Francois Pasquier, fundador y co-organizador de Le Dîner en Blanc de París, el 30 aniversario del evento.

En la misma mesa y en lo que seguramente será una noche extraordinaria y con asistentes de más de 80 de las ciudades más grandes del mundo, de 30 países, y de todos los continentes, en junio se festeja el gusto de celebrar una tarde de elegancia, alegría y amistad.

Le Dîner en Blanc es siempre mucho más que sólo una cena colectiva: por unas pocas e increíbles horas, una magia especial llena el lugar y envuelve a todos los asistentes, haciendo parecer todo más bello y hasta incluso el futuro aún más brillante. Es verdaderamente un evento democrático. Hay que ir y disfrutar con el equipo de dirige con gran tino Carlos Pechieu, de Moët & Chandon, a esta excepcional velada parisina el 3 de junio de 2018, para compartir la magia y tomar ideas para el año entrante.

Si aquí reunir a 3 mil asistentes es difícil por la complicada logística e intensas negociaciones con la autoridad, imagínense coordinar asistencia de 20 mil invitados. Es importante considerar primero la ayuda para convocar y organizar al grupo. Y ni qué decir de la comida, el ambiente general, la bonhomía y más, más, más. Además, el traslado obligatorio de ida y vuelta de todos los invitados —que puede ser insufrible por el lento tránsito que impera en la Ciudad de México—. Pero todo se justifica al llegar a la locación secreta. Codo con codo, literalmente, se celebra la toma del espacio público. Nada es normal y la magia irrumpe.

Los “miembros” de Dîner en Blanc que han asistido en las ediciones anteriores lo saben de sobra. Así que habrá que hacer méritos: disfrutar el jueves entrante como “gorda en tobogán” y hacer lo posible para ir a París. Ser parte aquí y allá. Y vivir y experimentar de lo que siempre sucede y es único en nuestra Ciudad. Lo que ha hecho historia ya. La primera vez, en la plaza del Caballito justo afuera del maravilloso edificio finisecular diseñado por Manuel Tolsá que alberga al Museo Nacional de Arte. El siguiente año en el Bosque de Chapultepec, allí enfrentito de la Isleta del Lago donde cada primavera se instala El Lago de los Cisnes —otra extraordinaria cita anual en la Ciudad de México—. El siguiente en la Plaza de Santo Domingo. Y siguió la locación con todo y los cardiacos cambios de último momento (porque la plaza de la Revolución recién remodelada por el arquitecto Enrique Norten estaba ocupada por las huestes del CNTE) fue espectacular en el Cárcamo diseñado por Diego Rivera en el Bosque de Chapultepec.

Y la última en el In Field del Hipódromo de las Américas. La noche mágica que resulta ser Dîner en Blanc Ciudad de México también ha tenido ediciones en Puebla, en el atrio del Museo Internacional del Barroco, y en Guadalajara. Por supuesto, en todas las capitales del “mundo mundial”. En Nueva York. En París. Así como fragancia de lujo. Ojalá que la próxima edición se disfrute tan democráticamente como el evento mismo: un petit comité de 3 mil personas de riguroso blanco que podrán ser testigos y compartir Le Dîner en Blanc.

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Foto: cortesía