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#RADAR Winter is coming twice this year

Y sigo con la cantaleta de la TV, porque 2017 no me ha traído nada

Rafael Micha

Rafael Micha M Sc. es Socio Fundador y Director en GRUPO HABITA, experto en relaciones públicas, marketing y VIPs. Conocedor y amante del arte.

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Y sigo con la cantaleta de la TV, porque 2017 no me ha traído nada,¿ nada, nada (como canción de Juan Gabriel). Sherlock llegó, después de tan sólo un capítulo en tres años, fast forward con la nueva temporada de tres capítulos. Y ya. Los últimos. Se acabó. Finito. Caput. HBO anunció más capítulos para la octava temporada de Game of Thrones (y a lo mejor una precuela). Pero qué hacer hasta el verano que comienza el tan anunciado evento. Con múltiples tráilers y con deducciones y confabulaciones. Me entretiene el canal 1 de Sky y aprovecho su acuerdo hasta hoy anunciado con NBC para transmitir en las mañanas TODAY y en la noche The Tonight Show. Pero qué pasará después del 30 de abril que se acerca. ¿Repetirán como hasta ahora con todo y sus nefastos cortes? Ser fiel a HBO implica ver su nueva serie Big Little Lies algo así como Desperate Housewives región Monterrey, LA. O a la nueva y un poco deprimente serie de Judd Apatow, Crashing, sobre la vida de un standopero. Y saciarme con la última temporada de Girls.

Espero que no me pase igual que con su más reciente serie que estrenaron allí mismo con la que tuve un flashback. Hace diez años, cuando me separé, Sara Jessica Parker invadía la TV con su Sex and the City, y reí y disfruté como loco. It not TV, its HBO. En el transcurso de la década lo mismo pasó con las infinitas repeticiones en TBS y más, más, más. Y aunque no quedé satisfecho con ninguna de las dos películas que resultaron (porque me pareció insultante la visión de México en la primera parte, y la segunda… bueno no comments). Pero seguí fiel. Siempre fiel. Como al Papa. Fast forward 10 años después Sara Jessica Parker invadió otra vez HBO. También fue en domingo y también con una serie de capítulos de media hora. Como siempre. Pero parece que la aventurada mujer de Nueva York se mudó a los suburbios, convirtió su sueño en realidad: la casa con su white picket fence, sus dos hijos —uno de cada sexo— y justo a los diez años sucedió lo inevitable. Una pesadilla. Como la historia de mi vida. Justo para el estreno de DIVORCE, me encuentro idem. Sentí a SJP más agria, sin chispa (espero que no se me contagie) y a HBO, bueno sin nada que ver hasta el próximo verano en que estrenen Game of Thrones el próximo domingo 16 de julio. George RR Martin NO soltó prenda, ni aquí, ni allá (en la FIL en la conferencia que dictó), ni acullá (en los tráilers transmitidos hasta ahora). Con la tan esperada premier de la mutipremiada serie, que inspiró la canción de Rag’n’Bone Man SKIN por el amor de Jon e Igritt, el verano llegará más rápido. Aunque habrá menos episodios: tan sólo seis en lugar de los tradicionales 10 o 12. The Great War is coming en la próxima temporada. The Oathkeeper hará lo propio. Y de aquí a julio estaré mojando las ganas en el café, como la canción de Mecano, ya que no encuentro nada en la TV.

Otra vez. Se salva Cinemex y sus ciclos de cine de arte. Que si el especial del Festival de Cine de Venecia. Que si el especial de San Sebastián. Puros pretextos de menos de 30 minutos para ver lo más reciente de las pelis y quedarnos cero satisfechos. Y de todos los festivales. De Cannes. De Toronto. De San Sebastián. De Venecia. De Berlín.

Los directores y sus nuevas y viejas apuestas. De vez en vez, programan alguna peli interesante: pero Brooklyn, pero La Langosta, pero Temporada de Rinocerontes. Con uno o dos años de retraso pero muchas veces es más fácil que en el cine, o en el circuito de los festivales nacionales (léase Morelia o Los Cabos). ¡En fin, no sé qué pasa con la programación en los canales de televisión! ¡Ni qué decir de la TV ‘abierta’! ¿Cuándo se darán cuenta que hay tantísimas opciones, pero al mismo tiempo no hay nada, y los especialistas no hacen nada por resolverlo?

En Netflix no encuentro nada, nunca. Aunque fielmente vi The Crown sin engañar a Victoria y al unísono. Mi vida está a la deriva y sin propósito. Flaco, ojeroso, cansado y sin ilusiones. A lo mejor con el reconocimiento de mi comportamiento lo puedo corregir. La aceptación es el comienzo. Mientras tanto, ante la espera glacial y anual de mi serie favorita del “mundo mundial internacional”, me tendré que concentrar en otra sintonía y estar muy atento para ver —yet again— algunas de sus repeticiones por allí y hasta por HBO2 en español. #You KnowNothing

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