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#RADAR: Para Marcos, por su Bar Mitzvah

Justo a tiempo para seguir recordando los pormenores de mi viaje a ese país durante el verano

Rafael Micha

Rafael Micha M Sc. es Socio Fundador y Director en GRUPO HABITA, experto en relaciones públicas, marketing y VIPs. Conocedor y amante del arte.

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Justo a tiempo para seguir recordando los pormenores de mi viaje a ese país durante el verano la Embajada de Israel en México y Marcas de Lujo Asociadas me invitaron a una exclusiva cata de vinos de Israel. El flashback obligado no se hizo esperar y anticipé perfectamente lo que sería –en petit comitécelebrar juntos nuevamente la cultura, la tradición e historia de mi segunda patria en el Piso 51.

La cata, como siempre, sería magistralmente dirigida por Deby Beard, mi sensei y consen, y los gratos recuerdos de los vinos israelíes como Barkan Vineyards Special Reserve Premium Quality que probé apenas hace un mes durante mis vacaciones (especialmente el cabernet sauvignon que me mandaron para probar apenas aterricé en Tierra Santa) empezaron a salir a flor de piel.

La Biblia de los viajes: Travel + Leisure USA en su entrega de agosto titulada The World’s Best Awards 2018 distingue a Jerusalén con el ranking número 3 y a Tel Aviv como el cuarto puesto entre las cuidades favoritas de África y el Medio Oriente (justo en ese recuento en el apartado de México/Centroamérica y América del Sur en el Top 5 de cuidades de nuestro país lo tienen San Miguel Allende, Oaxaca, Ciudad de México, Mérida y Guadalajara respectivamente. Muchos vinos incluyendo como el op cit, y otros muchos más degustamos durante las vacaciones de verano. En Jerusalén y en Tel Aviv probamos de todo un poco siempre alzando la copa para decir:

“Que vivan todos”, especialmente después de hacer visitas que estrujan los corazones como aquella en Yad Vashem, Memorial del Holocausto, y en otras más light como al centro de Jerusalén, y la super trendy Ben-Yehuda Street. Y especialmente en las espectaculares terrazas que apuntalan la Ciudad Vieja. Bebimos grandes vinos y con todo pretexto, especialmente después del recorrido al Museo de Israel –para el tour obligado a la exhibición de los rollos del Mar Muerto, y posteriormente del Knesset en ese mismo código postal, así como la escala obligada en la Menorah— símbolo del estado de Israel que allí se encuentra.

Descorchamos un riquísimo Narkan —entre muchos otros– al brindis de ‘el año que entra en Jerusalén’. Después del espectáculo de luz y sonido que se presenta super profesionalmente en la Torre de David (donde también se encuentra el Museo de la Historia de Jerusalén) nos impresionó el espectáculo concebido por Helene Richard y Jean-Michel A. Quesne y la empresa Showlogix. Sobre las históricas murallas –y con sobrada creatividad— se proyectan las muchas versiones y representaciones del protagonista en el transcurso de la historia del arte.

Color, atmósfera al aire libre, y más más más aún cuando no queda claro la relación entre David y Jonathan –que se describe tan sólo como soulmates. ¿Really?Al término —allí cerquita en ese mismo código postal— durante la cena en el Restaurante Luciana probamos más vinos elaborados por Barkan Vineyards. Después de descubrir la Ciudad Vieja —caminando desde la explanada del Kotel y donde visitamos los túneles sacro Muro hacia el Barrio Musulmán— probamos otros más.

Comimos obviamente felafel y shawarma en el centro del Barrio Judío y luego visitamos la Sinagoga Hurva. La mejor cena y el vino idem fueron, sin duda alguna, en el restaurante Machane Yehuda, el equivalente al Balagan de París (aunque en otro #Radar) por su comida, su festivo ambiente, y su gente. Allí Ely nos recomendó Clos de Gat 2006 Judean Hills embotellado en el viñedo. El barrio de súper moda Bezalel (donde se encuentra la Facultad de Arquitectura y Diseño en uno de los más impresionantes ejemplos de la arquitectura otomana de Jerusalén) fue un gran descubrimiento, especialmente porque allí al lado se encuentra el restaurante Mona, sin duda, el mejor lugar de Tierra Santa.

#SorryNotSorry Y a la vuelta, en la calle peatonal llena de cafés al aire libre se vive todo al mil por ciento. Por toda la ciudad se veían pendones anunciando el Festival Internacional de Cine de Jerusalén y justo eso me hizo pensar en qué sorpresas nos tendrá para la próxima versión aquí cerquita Isidoro Hamui.

El Festival (jff.org.il) presentó más de 180 pelis en espacio de 11 días. Después en TelAviv seguimos con el descubrimiento, pero de vinos, pero de hot spots, como Market, pero de todo un poco y especialmente, cerca de Jaffo, pudimos descubir las mezquitas de la zona, la arquitectura otomana finisecular y de principios de siglo XX y maravillarnos con el llamado a la oración, puntual y casi casi iracundo. Y la mejor experiencia: el mercado de pishpujim, así como el inevitable Recorrido Bauhaus, el maravilloso hotel Norman.

También imperdible el Museo Agam, así como la visita al Sitio de la Declaración de la Independencia en el Boulevard Rothschild y la escala técnica al Museo de Arte de Tel Aviv, y con un paseo en bicicleta por el malecón. Y, para cerrar con broche de oro, descubrir tendencias internacionales de food markets en Sarona. Sígueme en Instagram y Twitter en @rafaelmicha y lee todas las columnas en www.radarmicha.com

 

Foto: Especial

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