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Hay que ir: Taberna del Chanclas

Jean Claude Roches Herrerías, creador del restaurante El Chanclas, en Polanco, nos platica su historia
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“Echarle huevos” es el secreto de Jean Claude Roches Herrerías, mejor conocido como El Chanclas —apodo que debe a la pronunciación de su nombre, que suena como “Chan” y que derivó en “Chanclas”—, para lograr unos huevos rotos perfectos.

Éste es el platillo estrella y la razón principal por lo que mucha gente visita su restaurante ubicado en la calle de Newton, en Polanco. Además del menú y los vinos que se pueden degustar en este lugar, lo cierto es que El chanclas tiene una historia que comenzó en Madrid, hace más de 10 años, de la mano del famoso Lucio Blázquez, fundador de Casa Lucio, icónico restaurante español visitado por celebridades.

CUANDO LLEGUES A MADRID CHULONA MÍA

Después de la muerte de su padre, viajó a Barcelona, donde trabajó en un restaurante, tiempo después se mudó a Madrid.

“Me fui a pedir chamba a Casa Lucio y me dieron trabajo sus hijos”. Así comenzó su aventura en tierras hispanas donde “la hizo de todo”: mesero, cocinero, jefe de cocina. “En la barra prefería no estar porque me gusta mucho la bebida (risas)”.

Le sirvió unos buenos huevos rotos a Bill Clinton, cuando era presidente de Estados Unidos, y al entonces rey de España, Juan Carlos; estuvo con Pelé e Iker Casillas, abrazó a Julio Iglesias y se fumó un puro con Chris Noth. El Negro Iñárritu también visitó Casa Lucio, cuando aún no había ganado ni un Oscar. El mítico lugar se ha convertido a lo largo de los años en una parada obligatoria de celebridades, famosos y, por supuesto, de mexicanos cuando llegan a Madrid.

Se dice fácil, pero El Chanclas tuvo un duro camino que recorrer para llegar a tener su restaurante. “Lo más difícil de estar en Madrid es que sabes que si regresas a México tendrías más comodidades, pero me hubiera quedado con las ganas de estar allá”.

¿CÓMO ES LUCIO?

“A toda madre”, es la descripción que da El Chanclas cuando habla del que fue un padre para él. De Lucio aprendió todo. Después de tantos años trabajando ahí, hoy se da cuenta que sigue aplicando lo que le enseñó la forma de tratar a la gente y a los clientes.

Y entonces, ¿por qué regresó a México?

La respuesta es simple, se enamoró. “Conocí a Hattie, que ahora es mi esposa, en Madrid, atendiéndola en un restaurante. Ella vivía allá también. Y un día me preguntó... ¿cuál es tu plan de vida?”, comentó. Hattie, no se quería quedar allá y ahí fue cuando Jean Claude se puso las pilas y dijo: “¡Ésta no se me va!”.

“Era mesero, estaba imposible abrir un restaurante con mi sueldo”, así que cuando llegó a México emprendió la idea de un lugar con la ayuda de Jean Yves Tardif y Alejandro Vázquez.

LLEGÓ PARA QUEDARSE

El 19 de enero de este año abrió EL CHANCLAS, en la calle de Newton. Como parte del menú están, además de los huevos rotos, la ensalada de bonito del norte o atún blanco, croquetas de jamón ibérico, gambas andaluzas, camarones del golfo y gambas al ajillo, entre otros platillos. “Trae mucho de Casa Lucio; la comida, la buena materia prima y el servicio”, destacó.

Para el egresado de administración restaurantera y gastronomía, la atención al cliente lo es todo. “No es tanto qué vas a comer o con qué vino, porque al final la gente come lo que quiere, pero sí es importante saber qué es lo que tienes fresco para vender”.

El diseño del lugar corrió a cargo de Bárbara Garibay, quien según Jean Claude le dio la vuelta completamente al concepto inicial, algo que le pareció maravilloso porque ha funcionado muy bien. La idea de la terraza y la barra en la entrada, ha sido un éxito.

Con un restaurante a reventar en Polanco, próximo a ser padre y un prestigio, Chanclas mencionó que se encuentra en la mejor etapa de su vida. Con respecto a que este sitio puede ser el hot spot de hoy y pasar de moda en un tiempo, comenta: “A este lugar te aseguro que no le va a pasar eso, apunta la fecha de hoy y lo hablamos en 10 años”, finalizó.

 

Fotos: Rodrigo Terreros