Moda

Reconstruye la esperanza: Petra Nemcova

La modelo sobreviviente de un tsunami, Petra Nemcova, visita el país para inaugurar una de las escuelas de Happy Hearts
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Petra Nemcova, la radiante mujer de 1.79 metros de altura, no considera que su joven inicio como modelo sea obra del destino, aunque haya sido descubierta a los 16 años de edad en una búsqueda de talentos en su natal República Checa.

“Aunque necesitas ciertas predisposiciones físicas para el modelaje, creo que tuve mucha suerte de estar en el lugar y momento correctos, pero igual de importante fue mi deseo de querer hacerlo, de saber que tendría que trabajar mucho. Son tres elementos que, tanto para mí como para cualquier persona, nos permiten seguir el camino de nuestros sueños, ya sea en la industria de la moda o en otra actividad”, dice en entrevista para RSVP la sonriente rubia que te saluda con tres besos en las mejillas, sí, tres, tan inesperado y dulce como escuchar su voz: “hola, buenos días, soy Petra”.

Su carrera ascendió, los contratos llegaron y compartió escenario con Heidi Klum y otras famosas modelos, incluso fue portada de Sports Ilustrated en 2003, no obstante ella reconoce que su primer sueño era ser diseñadora de moda: “Aprendí a coser cuando tenía 11 años de edad, pero sabía que trabajar como modelo era la única manera de salir de la República Checa, el camino más rápido para apoyar a mis padres y familia, siendo capaz de aprender en el trayecto; a través de los viajes y de conocer gente diferente por el mundo”.

La puerta se abrió, pero la cúspide del fashion system lo exige todo: ser más que perfecta, hábil para caminar junto a gigantes como Victoria’s Secrets, Clarins o Max Factor, donde la belleza de un ángel viene coronada con fuertes presiones. Es ahí donde ser glamorosa es tan indispensable como tener la fuerza interior para superarlo todo, pero ¿esa energía interna es capaz de enfrentar cualquier cosa? “Sí, cuando tienes una meta en la vida y te enfocas, es más, si crees que puedes alcanzarlo y trabajas duro, añadiendo un poco de suerte, podemos crear cualquier cosa”, afirma la modelo que ha sido portada de revistas como Marie Claire, Elle, Grazia, Cosmopolitan e InStyle.

Petra no duda en el poder que cada uno tiene, pero en el proceso hay que visualizarlo y decirlo, repetírnoslo constantemente, porque las palabras son poderosas. Aunque claro, “nuestros sueños jamás sucederán si no hacemos nada, si nos quedamos en casa. Yo confío en el universo, porque todo llega en el momento correcto, en la manera en que tiene que pasar, aunque no lo entendamos”.

Cuando inició en el modelaje, las chicas debían ser muy delgadas, pero ella tenía curvas y no era el prototipo imaginado, “y en contra de todas las apuestas pude hacer mi carrera, por seguir Portadaesa filosofía que empezaba a implementar en mi vida, llevándolo al mundo de la moda, y que ahora también materializo en mi propósito altruista”.

SU FAMILIA

Su madre fue profesora de una escuela y su padre trabajó en la construcción de casas, ambos aún viven y, aunque Petra y su hermana Olga no crecieron rodeadas de lujos, ella sonríe con una mirada agradecida por la riqueza de pertenecer a una familia amorosa, de buenos sentimientos.

Ella reconoce diferentes tipos de educación: la que encontramos en las aulas y la que aprendemos en casa. “En mi desarrollo, la educación más poderosa surgió en los valores que estaban tanto en mi casa como en la escuela, porque tuve la fortuna de crecer rodeada de amor, aunque no teníamos mucho y juntábamos lo que podíamos para comprar comida, mi hermana y yo recibimos el mejor regalo: el infinito cariño de mis padres”, recuerda Nemcova. En aquella época tampoco tuvo la opción de viajar porque vivieron bajo el Comunismo, entonces, “no éramos libres para soñar y tratar de convertirnos en lo que cada uno aspiraba ser, pero crecí en la riqueza del amor”.

Hoy su propósito es impulsar la educación porque sabe que todas las decisiones en nuestra vida están basadas en los valores que cada uno aprendió cuando fuimos niños, “me enfoco en eso, porque con amor y respeto podemos construir otro tipo de seres humanos, apreciando la gratitud”, subraya. “La meditación nos ayuda a estar en contacto con quienes somos, a no dejarnos influenciar por tanta negatividad, porque muchos viven en ambientes muy difíciles, pero cuando encuentras la conexión contigo, si te amas a ti mismo puedes ser diferente, celebrando la unicidad de quién eres: un ser humano increíble. Si logras llegar ahí otras personas también lo verán, es un valor extracurricular”.

LA TRAGEDIA DE PHUKET

Cuando Petra Nemcova y su novio, el fotógrafo inglés Simon Atlee, vacacionaban en Phuket, Tailandia, en diciembre de 2004, llegó un tsumani y lo destruyó todo.

Ese día oficialmente murieron 250 mil personas, pero algunos medios de Indonesia dijeron que fueron más de 300 mil, el mundo se cimbró por esa tragedia y Petra perdió a Scott, a pesar de que él era fuerte y un gran nadador no se salvó. Ella logró aferrarse a una palmera y permaneció ahí por ocho horas. “Ahí aprendí qué tan pequeños somos con la fuerza de la madre naturaleza y qué tan humildes debemos ser, pero cuando me abracé a la palmera no estaba enojada”, recuerda Petra. “Hay que ser humilde para comprender el espíritu humano porque, a pesar de no saber si vendría otra ola, mucha gente estaba lista para arriesgar su vida ayudando a quienes no conocían, rescatando niños. A pesar del dolor y la frustración porque no pude hacer nada, fue hermoso ver el amor incondicional”.

Tras ser rescatada, la modelo pasó varios meses hospitalizada porque se quebró la pelvis en cuatro partes, y durante su recuperación escuchó comentarios como: “de qué sirve salvar a los niños si luego los abandonan”. Entre la desesperanza y el dolor, su familia fue su gran apoyo, incluso se dio cuenta que logró sobrevivir gracias a la meditación y la espiritualidad que, poco antes del desastre natural, estaba trabajando en su día a día. “Cinco años antes empecé a sentir una conexión más cercana con Dios, por eso cuando azotó la ola yo estaba tranquila, en un estado de meditación y eso salvó mi vida. Cuando pierdes la cabeza cometes errores y en una situación así cada segundo es importante”.

HAPPY HEARTS

Tras sufrir los embates de los desastres naturales, como terremotos y tsunamis, los niños son los que más padecen, porque —además de superar los traumas sicológicos— tienen que esperar de cuatro a seis años para volver a tener una escuela segura en sus comunidades, por eso la fundación de Petra Nemcova, Happy Hearts, trabaja para reconstruir su porvenir, su educación.

“Al recuperarme volví a Tailandia y supe que había llegado mi momento para ayudar, ahí tuve la idea de reconstruir una escuela, regresarles la esperanza y confianza en su futuro, pero nunca imaginé cuánta gente se sumaría: hoy ya son 150 escuelas en varios países”, platica emocionada.

En Nepal, por ejemplo, el año pasado había 16 mil escuelas dañadas y nadie fuera de Asia lo sabía, no estaban trabajando en una solución, por eso con Happy Hearts logró abrir tres escuelas y próximamente reconstruirá ocho más, “pero aú n así no es nada comparado en escala con lo que se necesita, por eso queremos sumar el apoyo de más organizaciones y compañías”, revela Petra, quien viaja a zonas remotas para reconocer el trabajo que han efectuado.

En nuestro país también está presente a través de su fundación, “y estoy muy agradecida con el equipo de Happy Hearts México, con los consejeros, porque han puesto tanto amor, realmente les importa el futuro de los niños mexicanos y entienden el efecto multiplicador que crean, porque también construyen fortalezas”.

 

Fotos: Sergio Bejarano y cortesía