Moda

Por qué todos están hablando de Isabel Marant

Qué hizo la diseñadora francesa para indignar al pueblo de México

Emanuel Rodríguez

Estudió Comunicación en la Ibero y tiene gustos culposos derivados de la moda.

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El nombre de Isabel Marant no era muy conocido en esta parte del mundo, hasta que en  primavera-verano 2015 presentó en su línea Étoile un diseño muy similar a los de la comunidad Mixe de Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca.

Ahora vuelve a ser noticia y a causar indignación entre los mexicanos pero no creemos que sea por las razones correctas, aquí te explicamos por qué…

El día de hoy la revista Proceso publicó que Antik Batik (no Isabel Marant) había patentado los diseños de la comunidad Mixe de Santa María Tlahuitoltepec, con el propósito de iniciar la explotación comercial del bordado que puso de cabeza a la moda francesa la temporada pasada, lo que implicaría que los indígenas no podría seguir vendiendo o creando sus prendas típicas.

Quizás te estés preguntando, ¿qué tiene que ver Isabel Marant aquí? Pues resulta que Marant fue demandada anteriormente por Antik Batik a causa de estos mismos diseños,  ya que Antik Batik aseguraba que le pertenecían. Esta demanda fue ganada por Marant quien declaró que sus túnicas fueron inspiradas en las prendas de la comunidad Mixe de Oaxaca.

Regresando al tema de la patente, algunos sitios mencionan que Erasmo Hernández, presidente municipal de Santa María Tlahuitoltepec, desconoce la existencia de algún requerimiento francés que reclame los derechos de autor de dichos diseños.

Para escuchar el otro lado de la historia, entramos al Facebook oficial de Isabel Marant, en el que se lee el mismo comunicado que lanzó su equipo, y que dice que la diseñadora niega tener patente de los bordados de la comunidad de Santa Maria Tlahuitoltepec, y también niega haber mandado algún tipo de autoridad francesa para impedir la venta de sus prendas.

 

 

El comunicado concluye diciendo que Marant expresó abiertamente ante la corte del distrito de París que los diseños vienen de Santa María Tlahuitoltepec, en Oaxaca, y que niega ser la autora de este tipo de diseños.

En fin, espero que eso de la patente sólo sea un rumor, y que esta muestra de cariño y aprecio por los indígenas de nuestro país rebase el internet, las redes sociales y las peticiones electrónicas. Ojalá esto sirva para que dejemos de regatear las artesanías hechas a mano, apreciemos más la riqueza cultural de nuestro país, y las críticas o burlas que hacen alusión a la comunidad indígena, nos indignen tanto como este rumor.